martes, 22 de febrero de 2011

El barquero inculto

















Se trataba de un joven erudito, arrogante y engreído. Para cruzar un caudaloso río, tomó una barca. Silente y sumiso. El barquero comenzó a remar con diligencia. De repente, una bandada de aves surcó el firmamento y el joven preguntó al barquero:
-Buen hombre, ¿has estudiado la vida de las aves?
-No, señor –repuso el barquero.
Y el joven aseveró:
-Entonces, amigo mío, has perdido la cuarta parte de tu vida.
Pasados unos minutos, la barca se deslizó junto a unas exóticas plantas que flotaban en las aguas del río. El joven preguntó al barquero:
-Dime, barquero, ¿has estudiado botánica?
-No, señor, no sé nada de plantas.
-Pues debo decirte que has perdido la mitad de tu vida –comento el petulante joven.
El barquero seguía remando apaciblemente. El sol del mediodía se reflejaba en las aguas del río. Entonces el joven dijo:
-Sin duda, barquero, y dado que llevas tantos años deslizándote por esta agua, sabrás algo sobre la naturaleza de la misma.
-No, señor. Nada sé al respecto. No sé nada de esta agua ni de otras.
-¡Oh, amigo! –exclamó el joven-. De verdad que has perdido las tres cuartas partes de tu vida.
Súbitamente, la barca comenzó a hacer aguas. No había forma de achicarla y se fue hundiendo. El barquero preguntó al joven:
-Señor, ¿sabes nadar?
-No –repuso el joven.
-Pues me temo, señor, que has perdido toda tu vida.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.